RATAS DE CIUDAD

Hola amigo "manu"



Limpiando mi habitación, encontré un borrador en papel y boli (como hacia antaño) de una especie de oda (como ahora todo se puede cantar) que envié a una especie de persona…je.
Otro de mis ataques de locura para aburrir a mi aburrimiento.

Lo único bueno que tiene viajar en el metro es que conoces gente, vale solo por nueve minutos, y no cruzas ni una sola palabra, pero te hacen pensar. Con todo se piensa. Hoy encontré a un tipo que creo que ni el mismísimo Quevedo seria capaz de describir. Mediana edad (nunca he entendido la expresión mediana edad, porque si es cincuenta años, te aseguro que este tipo esta muy lejos de llegar a los cien). La piel le delata, demasiadas cosas vividas, el tatuaje en la mano me dice o carcel o heroina (no hay mas explicacion para las medias lunas tatuadas en la base de un pulgar). Mirada de los mil metros, perdida. Llevaba una chaqueta fea, fea universal, nadie en el mundo puede decir que esa chaqueta no es fea, posiblemente quien la diseñó todavía este arrepentido. Mezcla de ante y pana, con flecos (al mas estilo country gringo no mames wey!) granates con fondo negro. Imposible no dejar de mirarlo. Mis ojos, escondidos por mi pelo se clavan en el individuo (esconderse no es de cobardes, es de prudentes). Mi habitual cara de odio a la humanidad se torna en un “no comprendo a la Humanidad”. El tipo me mira como si no supiese porque coño miro, pero antes que se "encabrone" (y me empiece a gritar como un pirado, tengo un imán para los pirados) decido bajar la vista.
Bajo la vista.

Horror, veo sus zapatos, blancos, de punta que se levanta. Me apuntan. Piel de cocodrilo, o tal vez lagartija, pero piel de algo….este tipo es como pintar un pimiento en el centro del gernika. No pegaba ni con los asientos del metro...
Todo pega con el asiento del metro!
No sabria describir a este sórdido. Solo se que a mi mente vienen imágenes de Glenn Hughes, el motero gay de los village people!
Me pregunto si tendrá pareja, es más, si tendrá gente que le aprecie. Me pregunto con quien cenará en Navidad. Y entonces vuelvo a mis principios, me digo “a ver, la gente, Jorge, si es buena gente, merece la pena sin juzgarlos por su aspecto”. Entonces le doy el beneficio de la duda. Me cuesta mucho pero lo hago. Le supongo buena gente. Sigo atento. Se gira y en el reflejo del cristal se peina, bueno, ni eso, simplemente revisa que su pelo este donde tiene que estar. No se si el pelo está en su sitio, con tanta grasa, no se cual pretende que sea su sitio. Le da el visto bueno. Era una mezcla del fary con un picador de toros. Que personaje. Por un momento pienso que diran "proxima estación, la bamba".
A su derecha, demasiado cerca, una señorita con mini falda, medias oscuras, maquillada lo justo, zapatos limpios y un buen perfume. Agradezco mucho la gente que huele bien. Si al final el tipo de la chaqueta maldita es mejor persona que la chica de cristal de swarovski, tendré que revisar mis teorías acerca de la gente. "Mens sana in corpore sano"
Hace tiempo que asumí que hay gente buena, gente mala, estúpida o inteligente, graciosa y aburrida…como decía Antonio (galante vividor Toledano que puede presumir de haberse dado un paseio por ese famoso pasillo que lleva al cielo, dar la mano al mismisimo San Pedro y decirle "si eso, vengo otro dia machote") Antonio dice sabiamente " cada casa un caso!", pero nunca pensé que ser buena o mala persona fuese más fuerte que todo eso. Si no lo es, tendré que cambiar mi filosofía.
Las apariencias engañan. Lo que tu quieras pero yo sigo pensando que el Papa Ratzinger es un enviado de Satán, mal disfrazado. Como cuando el lobo se disfrazó de abuelita, (mira que hay que ser gilipollas para confundir a tu abuela con un lobo!). Pero es que a mi me da, que lo que Caperucita iba recogiendo por el campo no eran olivas precisamente, si no que eran unas setas muy especiales…
Ciao, Manu, Chao.
Amsterdam está alli...¿donde?
...
allí

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